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 Tratar
la patología de vías
respiratorias (catarros de repetición,
alergias, sinusitis...). |
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 Evitar
inhalación de tóxicos
(tabaco, disolventes, pintura....). |
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 Controlar
la intensidad de la voz adaptándola
al entorno (no gritar innecesariamente). |
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 Procurar
que la inspiración sea nasal,
rápida, silenciosa y suficiente. |
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 Evitar
hablar durante un esfuerzo físico
o cansancio físico o psíquico. |
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 Evitar
al consumo de alcohol (inflama) y
tabaco (seca e irrita). |
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 Controlar
diversos trastornos del aparato digestivo
(estreñimiento crónico,
aerofagia, hernia de hiato, gastritis,
úlcera). |
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 No
abusar de la calefacción o
del aire acondicionado sin una correcta
humidificación. |
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 Evitar
la voz soplada o susurrada para obtener
intensidades bajas del sonido. |
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 Evitar
traumatismos vocales: tos, carraspeos,
gritos, estornudos exagerados. |
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